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A sus 23 años, el interista se confirmó como el mejor centrocampista italiano del momento y uno de los mejores de Europa
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Ratificó sus grandes cualidades con un despligue físico y técnico que culminó con la asistencia a Arturo Vidal y su golazo a la contra
Llegó en julio de 2019 al Inter y ya en su primera temporada dio que hablar. También en la renovada selección italiana está dejando su sello en el centro del campo, pero Nicolò Barella se consagró definitivamente en la elite del ‘calcio’ a sus 23 años con el partidazo que protagonizó el domingo contra la Juventus.
El Inter no ganaba desde 2016 a la Juve, campeón de Italia las nueve últimas temporadas, y este triunfo le confirma como un serio candidato a destronarle gracias a la extraordinaria exhibición futbolística de Barella, que dio la asistencia del 1-0 a Arturo Vidal al ponerle un preciso centro desde la banda derecha y sentenció el Derbi de Italia con un golazo a la contra.
Pero sobre todo Barella, un ‘bajito’ con su 1,72 de estatura, exhibió todas las cualidades que le han convertido en posiblemente el mejor centrocampista italiano de la actualidad y uno de los mejores de Europa.
Robó, luchó, pasó y marcó
El jugador sardo, nacido en Cagliari, siempre estuvo en el sitio adecuado, ya sea en labores defensivas como en ataque. Robó balones, luchó sin desmayo, repartió juego a sus compañeros, se adueñó del campo desde su posición de interior derecha apoyándose en Achraf Hakimi y combinó su despliegue físico y técnico en la jugada del gol escapándose solo tras un pase largo de Alessandro Bastoni y clavando el balón en el ángulo ante la salida de Wojciech Szczesny.
En definitiva, todo un recital en un partido en mayúsculas, de los importantes, de los decisivos, que adquiere, por tanto, una tremenda dimensión. Suma ya dos goles y 5 asistencias en la Serie A superando los registros de la temporada pasada (un tanto y 4 pases de gol).
Y, de madrugada, padre por tercera vez
Tras el partidazo que se marcó culminó una noche soñada al ser padre por tercera a las seis de la madrugada. Su mujer, Federica Schievenin, dio a luz a Matilde a otra niña tras Rebecca y Lavinia, nacidas en 2017 y 2019.
Una inversión de 40 millones
Barella se formó en el Cagliari y debutó en el primer equipo en 2015 en un partido de la Serie A ante Parma. El Inter lo incorporó cedido en la temporada pasada por 12 millones de euros y se convirtió rápidamente en un fijo en las alineaciones de Antonio Conte, de ahí que en agosto el club milanés ejerciera sin dudar lo más mínimo la opción de compra obligatoria de 28 millones de euros pese al impacto económico de la pandemia de Covid-19.
Una inversión que nadie pone en entredicho y más tras confirmar Barella ante toda una Juventus todas las cualidades que viene exhibiendo en los últimos meses.